Empatía y doble destilado.
Todo el mundo tiene personas relevantes en su vida. Yo tengo personas relevantes. Tú tienes personas relevantes. Hitler tenía personas relevantes.
Hasta Mike Godwin tenía personas relevantes, y eso que nunca conoció a Hitler.
Hablando con mi persona relevante preferente sobre empatía me di cuenta de lo coñacísimo y agotador que resulta tratar de mantener una identidad común para todas las ocasiones y compañías. Igual que con los productos, no puedes ser algo para todo el mundo. Ni puedes ni debes.
Y mientras me aplicaba cremita en los riñones para terminar de bajar la contractura que me dio el otro día he terminado de llegar a la conclusión lógica: necesito un destilado.
Un destilado del espíritu, vaya. O dos de ellos. Uno para ver qué sobra y otro para dejarlo todavía más perfilado.
Creo que esta vez lo tengo pillado. Ahora toca explorar más a fondo el pensamiento.
Mira, ya es de noche. Hace rato además.
<3